NUEVA YORK – Las acciones de Rusia en Ucrania constituyen una grave y peligrosa violación del derecho internacional. En 1994, Ucrania accedió a entregar el arsenal atómico que había heredado de la Unión Soviética, a cambio de un compromiso solemne por parte de Estados Unidos, el Reino Unido y Rusia de proteger la integridad territorial y la soberanía de Ucrania. Ahora Rusia faltó a su promesa, con lo que no solo perjudica a Ucrania sino que también debilita el marco jurídico internacional para la prevención de la proliferación nuclear.
NUEVA YORK – Las acciones de Rusia en Ucrania constituyen una grave y peligrosa violación del derecho internacional. En 1994, Ucrania accedió a entregar el arsenal atómico que había heredado de la Unión Soviética, a cambio de un compromiso solemne por parte de Estados Unidos, el Reino Unido y Rusia de proteger la integridad territorial y la soberanía de Ucrania. Ahora Rusia faltó a su promesa, con lo que no solo perjudica a Ucrania sino que también debilita el marco jurídico internacional para la prevención de la proliferación nuclear.