PARÍS – Cuando se celebraron las últimas elecciones al Parlamento Europeo, en 2009, parecía que todos los ciudadanos de Europa afrontaban los mismos peligros. En todo el continente, los gobiernos estaban muy ocupados abordando las consecuencias de la crisis mundial que había estallado el año anterior. Cinco años después, en vísperas de otras elecciones al Parlamento Europeo, la situación no podría ser más diferente.
PARÍS – Cuando se celebraron las últimas elecciones al Parlamento Europeo, en 2009, parecía que todos los ciudadanos de Europa afrontaban los mismos peligros. En todo el continente, los gobiernos estaban muy ocupados abordando las consecuencias de la crisis mundial que había estallado el año anterior. Cinco años después, en vísperas de otras elecciones al Parlamento Europeo, la situación no podría ser más diferente.