MADRID – Míjail Gorbachov ha hecho explícito su apoyo al gobierno de Putin en la cuestión de Crimea. El pueblo de Crimea, dice, ha corregido un error histórico de la Unión Soviética. Sus declaraciones responden a un sentir ruso generalizado. Tras la desintegración de la URSS, en 1991, Rusia vivió un periodo de frustración histórica: pasó de ser una de las dos superpotencias mundiales a ver cómo antiguas repúblicas soviéticas se integraban por vocación democrática y de progreso en la Unión Europea y la OTAN. Rusia, mediante la anexión de Crimea, parece darle una estocada a la frustración de las dos últimas décadas, apoyada por la mayoría de la opinión pública rusa.
MADRID – Míjail Gorbachov ha hecho explícito su apoyo al gobierno de Putin en la cuestión de Crimea. El pueblo de Crimea, dice, ha corregido un error histórico de la Unión Soviética. Sus declaraciones responden a un sentir ruso generalizado. Tras la desintegración de la URSS, en 1991, Rusia vivió un periodo de frustración histórica: pasó de ser una de las dos superpotencias mundiales a ver cómo antiguas repúblicas soviéticas se integraban por vocación democrática y de progreso en la Unión Europea y la OTAN. Rusia, mediante la anexión de Crimea, parece darle una estocada a la frustración de las dos últimas décadas, apoyada por la mayoría de la opinión pública rusa.