BRUSELAS – La demografía no determina el destino, al menos no del todo. A lo largo de siglos, las políticas pueden afectar las decisiones de fertilidad, y la migración puede transformar a un país, como lo demuestra la experiencia en Estados Unidos. Sin embargo, en horizontes de tiempo más cortos, las tendencias demográficas deben darse por sentadas, y ellas pueden tener un profundo impacto en el crecimiento. No obstante, los factores demográficos a menudo se descuidan en los informes económicos, lo que genera distorsiones significativas en las evaluaciones de desempeño de los países. En ningún lugar esto se hace esto más evidente que en Japón.
BRUSELAS – La demografía no determina el destino, al menos no del todo. A lo largo de siglos, las políticas pueden afectar las decisiones de fertilidad, y la migración puede transformar a un país, como lo demuestra la experiencia en Estados Unidos. Sin embargo, en horizontes de tiempo más cortos, las tendencias demográficas deben darse por sentadas, y ellas pueden tener un profundo impacto en el crecimiento. No obstante, los factores demográficos a menudo se descuidan en los informes económicos, lo que genera distorsiones significativas en las evaluaciones de desempeño de los países. En ningún lugar esto se hace esto más evidente que en Japón.