TOKIO – Más allá de lo que le suceda a Toyota tras el retiro de circulación obligado de millones de sus vehículos, su historia seguirá siendo legendaria. El ascenso de Toyota desde sus orígenes humildes como el "vástago" de una empresa familiar de máquinas textiles en una zona remota del centro de Japón hasta convertirse en el fabricante de automóviles dominante a nivel mundial y en sinónimo de calidad es asombroso. Junto con una pequeña cantidad de otros íconos corporativos japoneses -por ejemplo, Sony, Honda y Canon-, Toyota fue la estrella brillante del milagro económico y del desafío global de Japón.
TOKIO – Más allá de lo que le suceda a Toyota tras el retiro de circulación obligado de millones de sus vehículos, su historia seguirá siendo legendaria. El ascenso de Toyota desde sus orígenes humildes como el "vástago" de una empresa familiar de máquinas textiles en una zona remota del centro de Japón hasta convertirse en el fabricante de automóviles dominante a nivel mundial y en sinónimo de calidad es asombroso. Junto con una pequeña cantidad de otros íconos corporativos japoneses -por ejemplo, Sony, Honda y Canon-, Toyota fue la estrella brillante del milagro económico y del desafío global de Japón.