PRINCETON – Las medidas severas tomadas por el gobierno de Grecia contra el partido de extrema derecha griego Amanecer Dorado han reanimado un interrogante perturbador que parecía haber desaparecido con el fin de la Guerra Fría: ¿existe un lugar dentro de las democracias liberales para los partidos aparentemente antidemocráticos?
PRINCETON – Las medidas severas tomadas por el gobierno de Grecia contra el partido de extrema derecha griego Amanecer Dorado han reanimado un interrogante perturbador que parecía haber desaparecido con el fin de la Guerra Fría: ¿existe un lugar dentro de las democracias liberales para los partidos aparentemente antidemocráticos?