NUEVA YORK – Tras más de mil días de muerte y sufrimiento, dos importantes declaraciones públicas recientes muestran por qué la política para con Siria debe entrar en una nueva fase de intensidad y centrarse más. El mes pasado, el Presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, al exponer su posición más amplia en materia de política exterior, habló de los tres males de Siria: tácticas militares brutales, la amenaza terrorista de la oposición y la necesidad de apoyar a los refugiados. Una semana antes, la Oficina de las Naciones Unidas de Coordinación de Asuntos Humanitarios comunicó detalles espantosos de la crisis de Siria en materia de asuntos humanitarios, incluidos ciudadanos víctimas del fuego de los dos bandos, continuos ataques gubernamentales con bombas de barril y escasez de alimentos y medicinas.
NUEVA YORK – Tras más de mil días de muerte y sufrimiento, dos importantes declaraciones públicas recientes muestran por qué la política para con Siria debe entrar en una nueva fase de intensidad y centrarse más. El mes pasado, el Presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, al exponer su posición más amplia en materia de política exterior, habló de los tres males de Siria: tácticas militares brutales, la amenaza terrorista de la oposición y la necesidad de apoyar a los refugiados. Una semana antes, la Oficina de las Naciones Unidas de Coordinación de Asuntos Humanitarios comunicó detalles espantosos de la crisis de Siria en materia de asuntos humanitarios, incluidos ciudadanos víctimas del fuego de los dos bandos, continuos ataques gubernamentales con bombas de barril y escasez de alimentos y medicinas.