PARÍS – El apoyo de los líderes populistas de Italia a las “protestas de los chalecos amarillos” en Francia tristemente es un suceso que ocurre por primera vez en la historia de la Unión Europea. Nunca antes uno de los seis países fundadores del proyecto europeo había intervenido con tanta determinación en los asuntos internos de otro. Y, añadiendo sal a la herida, Italia brinda su respaldo a un movimiento que contiene elementos que rechazan patentemente los valores fundamentales europeos de tolerancia y respeto por las instituciones democráticas.
PARÍS – El apoyo de los líderes populistas de Italia a las “protestas de los chalecos amarillos” en Francia tristemente es un suceso que ocurre por primera vez en la historia de la Unión Europea. Nunca antes uno de los seis países fundadores del proyecto europeo había intervenido con tanta determinación en los asuntos internos de otro. Y, añadiendo sal a la herida, Italia brinda su respaldo a un movimiento que contiene elementos que rechazan patentemente los valores fundamentales europeos de tolerancia y respeto por las instituciones democráticas.