JERUSALÉN – El primer ministro israelí Naftali Bennett regresó exultante de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP26). Codearse con líderes mundiales en Escocia sumó credibilidad a su imagen proyectada de digno reemplazo de Binyamin Netanyahu, su carismático y divisivo predecesor, que dominó la política israelí por más de doce años. Pero el espaldarazo a Bennett (y su gobierno) pueden resultar efímeros si no exhibe un liderazgo prudente en los próximos meses.
JERUSALÉN – El primer ministro israelí Naftali Bennett regresó exultante de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP26). Codearse con líderes mundiales en Escocia sumó credibilidad a su imagen proyectada de digno reemplazo de Binyamin Netanyahu, su carismático y divisivo predecesor, que dominó la política israelí por más de doce años. Pero el espaldarazo a Bennett (y su gobierno) pueden resultar efímeros si no exhibe un liderazgo prudente en los próximos meses.