AMÁN – Los ataques de Hamás del 7 de octubre y la implacable respuesta militar de Israel han reavivado una vez más lo que parece ser un ciclo de violencia interminable en Medio Oriente. No hay intentos serios de interrumpirlo, y la perspectiva de una solución definitiva al conflicto palestino‑israelí parece más lejana que nunca. Por eso, todo aquel que desee la paz debe hablar con franqueza a los israelíes y a los fundamentalistas islámicos militantes.
AMÁN – Los ataques de Hamás del 7 de octubre y la implacable respuesta militar de Israel han reavivado una vez más lo que parece ser un ciclo de violencia interminable en Medio Oriente. No hay intentos serios de interrumpirlo, y la perspectiva de una solución definitiva al conflicto palestino‑israelí parece más lejana que nunca. Por eso, todo aquel que desee la paz debe hablar con franqueza a los israelíes y a los fundamentalistas islámicos militantes.