BEIJING – A juzgar por las recientes muestras de tensión entre China y Japón por unas islas del Mar de China Oriental cuya soberanía está en disputa, es de prever que, por algún tiempo, las relaciones entre la segunda economía del mundo y la tercera no serán fluidas, a pesar de que el flujo bilateral de comercio e inversiones no deja de aumentar. El reciente apuro de ambos países por reclamar la soberanía sobre las islas (llamadas Senkaku en japonés y Diaoyu en chino) refleja una sensación de inseguridad y la percepción de que la otra parte tiene una actitud agresiva. Todo ello implica que es difícil que el problema se resuelva en un futuro inmediato.
BEIJING – A juzgar por las recientes muestras de tensión entre China y Japón por unas islas del Mar de China Oriental cuya soberanía está en disputa, es de prever que, por algún tiempo, las relaciones entre la segunda economía del mundo y la tercera no serán fluidas, a pesar de que el flujo bilateral de comercio e inversiones no deja de aumentar. El reciente apuro de ambos países por reclamar la soberanía sobre las islas (llamadas Senkaku en japonés y Diaoyu en chino) refleja una sensación de inseguridad y la percepción de que la otra parte tiene una actitud agresiva. Todo ello implica que es difícil que el problema se resuelva en un futuro inmediato.