Cuando el primer ministro de Malasia, Dr Mahathir Mohamed, anunció hace poco que pensaba renunciar, los malasios de origen chino se unieron a los seguidores de su partido Malayo para pedirle que reconsiderara. Cuando Mahathir accedió a quedarse, aunque fuera únicamente por 16 meses, los suspiros de alivio de los malasios chinos fueron los que más se oyeron.
Cuando el primer ministro de Malasia, Dr Mahathir Mohamed, anunció hace poco que pensaba renunciar, los malasios de origen chino se unieron a los seguidores de su partido Malayo para pedirle que reconsiderara. Cuando Mahathir accedió a quedarse, aunque fuera únicamente por 16 meses, los suspiros de alivio de los malasios chinos fueron los que más se oyeron.