SEATTLE – En 1877, el gran novelista francés Víctor Hugo escribió: "Se puede resistir a la invasión de un ejército, pero no se puede resistir a la invasión de las ideas". Hoy en día, el poder de las ideas, para bien o para mal, es algo que debemos tener en cuenta, especialmente al contemplar el radicalismo islámico. Los recientes ataques terroristas en Francia, Kuwait y Túnez son sólo los últimos recordatorios de lo importante que es entender que, detrás de estas atrocidades, existen ideas serias, no simplemente criminales furiosos y frustrados.
SEATTLE – En 1877, el gran novelista francés Víctor Hugo escribió: "Se puede resistir a la invasión de un ejército, pero no se puede resistir a la invasión de las ideas". Hoy en día, el poder de las ideas, para bien o para mal, es algo que debemos tener en cuenta, especialmente al contemplar el radicalismo islámico. Los recientes ataques terroristas en Francia, Kuwait y Túnez son sólo los últimos recordatorios de lo importante que es entender que, detrás de estas atrocidades, existen ideas serias, no simplemente criminales furiosos y frustrados.