MELBOURNE – “Todos los días, los vegetarianos matan a miles de plantas inocentes. Ayude a poner fin a la violencia. Coma carne”. Estas palabras, escritas el mes pasado por un carnicero de Edimburgo en una pizarra frente a su negocio y que fueron compartidas en un grupo vegano de Facebook, dieron lugar a una acalorada discusión en línea. Algunos condenaron al carnicero por querer difuminar una importante línea que separa a los seres que son capaces de sufrir y los que no tienen esta capacidad. Otros lo tomaran a broma, tal como el carnicero dijo que había sido su intención. Sin embargo, las bromas pueden enfatizar asuntos serios.
MELBOURNE – “Todos los días, los vegetarianos matan a miles de plantas inocentes. Ayude a poner fin a la violencia. Coma carne”. Estas palabras, escritas el mes pasado por un carnicero de Edimburgo en una pizarra frente a su negocio y que fueron compartidas en un grupo vegano de Facebook, dieron lugar a una acalorada discusión en línea. Algunos condenaron al carnicero por querer difuminar una importante línea que separa a los seres que son capaces de sufrir y los que no tienen esta capacidad. Otros lo tomaran a broma, tal como el carnicero dijo que había sido su intención. Sin embargo, las bromas pueden enfatizar asuntos serios.