Una burbuja en el mercado inmobiliario norteamericano -alimentada en parte por las llamadas hipotecas de alto riesgo- fue el catalizador de la turbulencia actual del mercado financiero. Pero la burbuja no estuvo confinada a Estados Unidos. En Europa, los precios de la vivienda también han aumentado marcadamente en los últimos diez años -en muchos casos, incluso, más dramáticamente que en Estados Unidos-. Lo mismo es válido para otros países de la OCDE y mercados emergentes, donde los ingresos de rápido crecimiento han ejercido presión sobre los precios de los activos.
Una burbuja en el mercado inmobiliario norteamericano -alimentada en parte por las llamadas hipotecas de alto riesgo- fue el catalizador de la turbulencia actual del mercado financiero. Pero la burbuja no estuvo confinada a Estados Unidos. En Europa, los precios de la vivienda también han aumentado marcadamente en los últimos diez años -en muchos casos, incluso, más dramáticamente que en Estados Unidos-. Lo mismo es válido para otros países de la OCDE y mercados emergentes, donde los ingresos de rápido crecimiento han ejercido presión sobre los precios de los activos.