El reciente acuerdo por el cual las grandes sociedades de cartera liquidarán 1.400 millones de dólares a la Comisión de Vigilancia del Mercado de Valores de los Estados Unidos resume la distorsión de los incentivos y los fallos en materia de supervisión que subyacen a la cadena de espectaculares quiebras empresariales habidas en los últimos años en los Estados Unidos. El reconocimiento de que los analistas de valores falsean deliberadamente sus investigaciones para atraer a los clientes de la banca de inversión revela la facilidad con que el funcionamiento apropiado del sistema de frenos y contrapesos en la dirección de las empresas puede fallar -incluso en el sistema más avanzado- y dejar en peligro a los accionistas minoritarios.
El reciente acuerdo por el cual las grandes sociedades de cartera liquidarán 1.400 millones de dólares a la Comisión de Vigilancia del Mercado de Valores de los Estados Unidos resume la distorsión de los incentivos y los fallos en materia de supervisión que subyacen a la cadena de espectaculares quiebras empresariales habidas en los últimos años en los Estados Unidos. El reconocimiento de que los analistas de valores falsean deliberadamente sus investigaciones para atraer a los clientes de la banca de inversión revela la facilidad con que el funcionamiento apropiado del sistema de frenos y contrapesos en la dirección de las empresas puede fallar -incluso en el sistema más avanzado- y dejar en peligro a los accionistas minoritarios.