Mientas Azerbaiyán se prepara para las elecciones parlamentarias del 6 de noviembre, la cuestión principal es la de si el país está a punto de experimentar su propia revolución “de color”, siguiendo los pasos de las que han derrocado a las capas dirigentes postsoviéticas en Georgia, Ucrania y Kirguizstán en los dos últimos años. No se puede descartar semejante resultado, pero las perspectivas son inciertas, en el mejor de los casos.
Mientas Azerbaiyán se prepara para las elecciones parlamentarias del 6 de noviembre, la cuestión principal es la de si el país está a punto de experimentar su propia revolución “de color”, siguiendo los pasos de las que han derrocado a las capas dirigentes postsoviéticas en Georgia, Ucrania y Kirguizstán en los dos últimos años. No se puede descartar semejante resultado, pero las perspectivas son inciertas, en el mejor de los casos.