LONDRES – Hace poco conocí al presidente irlandés Michael Higgins, con quien compartí escenario para un discurso en el que trazó vínculos entre su nueva “iniciativa de ética” y un libro que escribí con mi hijo, ¿Cuánto es suficiente? Qué se necesita para una “buena vida”. Quedé asombrado por su devoción al pensamiento. De hecho, las ideas son una pasión para el presidente-poeta irlandés; y deberían serlo para más jefes de Estado.
LONDRES – Hace poco conocí al presidente irlandés Michael Higgins, con quien compartí escenario para un discurso en el que trazó vínculos entre su nueva “iniciativa de ética” y un libro que escribí con mi hijo, ¿Cuánto es suficiente? Qué se necesita para una “buena vida”. Quedé asombrado por su devoción al pensamiento. De hecho, las ideas son una pasión para el presidente-poeta irlandés; y deberían serlo para más jefes de Estado.