TEL AVIV – Mientras Estados Unidos se centra en su enfrentamiento con Rusia en Ucrania y la creciente competencia con China, Medio Oriente volvió a aplicar a sus asuntos las soluciones de siempre: matrimonios de conveniencia entre las potencias rivales. No se trata de «matrimonios sagrados» al estilo católico, integrales y permanentes, sino de tranquilos acuerdos pragmáticos para sobrevivir mediante relaciones de corto plazo, acordes con las cambiantes condiciones estratégicas. Si tan solo Israel pudiera entenderlo.
TEL AVIV – Mientras Estados Unidos se centra en su enfrentamiento con Rusia en Ucrania y la creciente competencia con China, Medio Oriente volvió a aplicar a sus asuntos las soluciones de siempre: matrimonios de conveniencia entre las potencias rivales. No se trata de «matrimonios sagrados» al estilo católico, integrales y permanentes, sino de tranquilos acuerdos pragmáticos para sobrevivir mediante relaciones de corto plazo, acordes con las cambiantes condiciones estratégicas. Si tan solo Israel pudiera entenderlo.