STANFORD – Estados Unidos e Irán rara vez coincidieron sobre cómo llevar adelante las conversaciones nucleares u otros elementos de sus relaciones bilaterales. Pero las sinergias y similitudes entre dos facciones -los iraníes intransigentes y los halcones de la actual administración norteamericana- son tan contradictorias como profundas. De hecho, la nueva estrategia de Donald Trump para Irán les ha dado a los radicales en Teherán motivos para celebrar, ya que han encontrado en el presidente estadounidense un aliado involuntario en su búsqueda de dominio político.
STANFORD – Estados Unidos e Irán rara vez coincidieron sobre cómo llevar adelante las conversaciones nucleares u otros elementos de sus relaciones bilaterales. Pero las sinergias y similitudes entre dos facciones -los iraníes intransigentes y los halcones de la actual administración norteamericana- son tan contradictorias como profundas. De hecho, la nueva estrategia de Donald Trump para Irán les ha dado a los radicales en Teherán motivos para celebrar, ya que han encontrado en el presidente estadounidense un aliado involuntario en su búsqueda de dominio político.