MADRID – En el año 1971, un amplio abanico de mandatarios mundiales se congregaron en la ciudad iraní de Persépolis, la antigua capital del Imperio persa. Entre ellos, se encontraban personalidades tan destacadas y variopintas como Josip Broz Tito de Yugoslavia, Raniero y Grace Kelly de Mónaco, el vicepresidente estadounidense Spiro Agnew y el presidente de la Unión Soviética Nikolái Podgorni. La ocasión era una suntuosa fiesta convocada por el sah de Irán, Reza Pahleví, con motivo de los 2500 años de la fundación del Estado imperial de Irán.
MADRID – En el año 1971, un amplio abanico de mandatarios mundiales se congregaron en la ciudad iraní de Persépolis, la antigua capital del Imperio persa. Entre ellos, se encontraban personalidades tan destacadas y variopintas como Josip Broz Tito de Yugoslavia, Raniero y Grace Kelly de Mónaco, el vicepresidente estadounidense Spiro Agnew y el presidente de la Unión Soviética Nikolái Podgorni. La ocasión era una suntuosa fiesta convocada por el sah de Irán, Reza Pahleví, con motivo de los 2500 años de la fundación del Estado imperial de Irán.