WASHINGTON, D. C. – El discurso sobre Europa del Primer Ministro de Gran Bretaña, David Cameron, pronunciado el 23 de enero, fue sólido y brillante, encarnó una concepción audaz y ofreció buenos argumentos. En particular, había tres aciertos en él, pero plasmar esos argumentos en una realidad institucional será un empeño casi imposible.
WASHINGTON, D. C. – El discurso sobre Europa del Primer Ministro de Gran Bretaña, David Cameron, pronunciado el 23 de enero, fue sólido y brillante, encarnó una concepción audaz y ofreció buenos argumentos. En particular, había tres aciertos en él, pero plasmar esos argumentos en una realidad institucional será un empeño casi imposible.