NUEVA YORK – Estados Unidos ha entrado en la carrera de la energía limpia a lo grande con la Ley de reducción de la inflación (IRA) de 2022. La ley no sólo subsidiará a los productores y consumidores de energías renovables en Estados Unidos al son de 369.000 millones de dólares en diez años, sino que también autoriza al Departamento de Energía (DOE) a prestar hasta 250.000 millones de dólares a empresas norteamericanas que estén invirtiendo en la transición a energías limpias. Entre la IRA y el reciente paquete de 52.000 millones de dólares para impulsar la producción de semiconductores en Estados Unidos, resulta evidente que la política industrial vuelve a estar en boga en Washington.
NUEVA YORK – Estados Unidos ha entrado en la carrera de la energía limpia a lo grande con la Ley de reducción de la inflación (IRA) de 2022. La ley no sólo subsidiará a los productores y consumidores de energías renovables en Estados Unidos al son de 369.000 millones de dólares en diez años, sino que también autoriza al Departamento de Energía (DOE) a prestar hasta 250.000 millones de dólares a empresas norteamericanas que estén invirtiendo en la transición a energías limpias. Entre la IRA y el reciente paquete de 52.000 millones de dólares para impulsar la producción de semiconductores en Estados Unidos, resulta evidente que la política industrial vuelve a estar en boga en Washington.