NUEVA DELHI – Durante dos y media décadas, Pakistán ha aplicado una política que implica infligir a la India la “muerte de los mil cortes” – es decir, procede a desangrar al país a través de repetidos ataques terroristas, en lugar de intentar una confrontación militar abierta que no puede ganar contra la India debido a que este país tiene fuerzas convencionales superiores. La lógica es que la respuesta de la India a esta táctica iría a ser siempre atemperada por su deseo de no descarrilar sus ambiciosos planes de desarrollo económico, así como la negativa del gobierno de la India con respecto a hacer frente al riesgo de una guerra nuclear.
NUEVA DELHI – Durante dos y media décadas, Pakistán ha aplicado una política que implica infligir a la India la “muerte de los mil cortes” – es decir, procede a desangrar al país a través de repetidos ataques terroristas, en lugar de intentar una confrontación militar abierta que no puede ganar contra la India debido a que este país tiene fuerzas convencionales superiores. La lógica es que la respuesta de la India a esta táctica iría a ser siempre atemperada por su deseo de no descarrilar sus ambiciosos planes de desarrollo económico, así como la negativa del gobierno de la India con respecto a hacer frente al riesgo de una guerra nuclear.