El mundo se ha sentido horrorizado por las gráficas imágenes de la más reciente campaña de represión de la junta militar de Myanmar, pero las balas y palos desencadenados contra los monjes budistas han dado resultado. Los monjes se han retirado y una normalidad espeluznante ha vuelto a Yangon (Rangún), ciudad principal y antigua capital de Myanmar.
El mundo se ha sentido horrorizado por las gráficas imágenes de la más reciente campaña de represión de la junta militar de Myanmar, pero las balas y palos desencadenados contra los monjes budistas han dado resultado. Los monjes se han retirado y una normalidad espeluznante ha vuelto a Yangon (Rangún), ciudad principal y antigua capital de Myanmar.