NUEVA DELHI – En este año que comienza, los legisladores indios despertaron a dos hechos inusuales. El primero es que la sesión de invierno anual del parlamento, de la que deberían haber participado, no se había realizado. Y el segundo es que el magnificente complejo parlamentario de Nueva Delhi, atracción turística desde su construcción en 1927, se había convertido en un sitio en obras.
NUEVA DELHI – En este año que comienza, los legisladores indios despertaron a dos hechos inusuales. El primero es que la sesión de invierno anual del parlamento, de la que deberían haber participado, no se había realizado. Y el segundo es que el magnificente complejo parlamentario de Nueva Delhi, atracción turística desde su construcción en 1927, se había convertido en un sitio en obras.