NUEVA DELHI – Los últimos gestos conciliatorios del gobierno nacionalista de la India en su flanco occidental despertaron el comprensible interés del mundo. Pero el cálculo del primer ministro Narendra Modi es bastante sencillo. Frente a la agresión continua de China en la frontera septentrional de la India y un probable resurgimiento talibán en Afganistán, parece prudente una mejora de las relaciones del país con su vecino occidental (Pakistán).
NUEVA DELHI – Los últimos gestos conciliatorios del gobierno nacionalista de la India en su flanco occidental despertaron el comprensible interés del mundo. Pero el cálculo del primer ministro Narendra Modi es bastante sencillo. Frente a la agresión continua de China en la frontera septentrional de la India y un probable resurgimiento talibán en Afganistán, parece prudente una mejora de las relaciones del país con su vecino occidental (Pakistán).