PARÍS – La pandemia del COVID-19 ha puesto de manifiesto debilidades importantes de los modelos de capitalismo tanto de Estados Unidos como de Europa. En Estados Unidos, la crisis ha demostrado los límites de un sistema económico que no protege a los individuos de los efectos de la destrucción creativa y las consecuencias sociales de un shock macroeconómico. En Europa, ha revelado el dinamismo insuficiente del ecosistema de innovación de la región –particularmente en el sector de biotecnología, que tiene la llave para poner fin a la pandemia-. Por todo el daño que ha causado, por ende, la crisis del COVID-19 también es un llamado de atención para repensar el capitalismo.
PARÍS – La pandemia del COVID-19 ha puesto de manifiesto debilidades importantes de los modelos de capitalismo tanto de Estados Unidos como de Europa. En Estados Unidos, la crisis ha demostrado los límites de un sistema económico que no protege a los individuos de los efectos de la destrucción creativa y las consecuencias sociales de un shock macroeconómico. En Europa, ha revelado el dinamismo insuficiente del ecosistema de innovación de la región –particularmente en el sector de biotecnología, que tiene la llave para poner fin a la pandemia-. Por todo el daño que ha causado, por ende, la crisis del COVID-19 también es un llamado de atención para repensar el capitalismo.