LONDRES – A partir del próximo año, bajo juramento de fidelidad a la Reina, todos los miembros de la Cámara de los Lores británica –soy uno de ellos- tendrán que firmar un compromiso escrito de honestidad e integridad. Principios intachables, uno podría decir. Sin embargo, hasta hace poco, se suponía que las personas designadas para asesorar a la soberana ya tenían la suficiente honestidad e integridad para hacerlo. Se suponía que se les había seleccionado para su contratación de entre grupos que contaban con códigos de honor.
LONDRES – A partir del próximo año, bajo juramento de fidelidad a la Reina, todos los miembros de la Cámara de los Lores británica –soy uno de ellos- tendrán que firmar un compromiso escrito de honestidad e integridad. Principios intachables, uno podría decir. Sin embargo, hasta hace poco, se suponía que las personas designadas para asesorar a la soberana ya tenían la suficiente honestidad e integridad para hacerlo. Se suponía que se les había seleccionado para su contratación de entre grupos que contaban con códigos de honor.