NUEVA YORK – No debería sorprender a nadie que los preparativos para los Juegos Olímpicos de Invierno en Sochi, Rusia, hayan resultado inmensamente costosos y estén plagados de corrupción. Pero la magnitud del exceso, de todas maneras, es espeluznante. El costo de construir pistas de esquí, pistas de hielo, caminos, salones y estadios para deportes de invierno en un complejo subtropical del Mar Negro ha superado con creces los 50.000 millones de dólares. Los críticos dicen que la mitad de este dinero fue robado o se pagó en concepto de sobornos a los amigos del presidente Vladimir Putin, quienes suelen ser los que ganan los mejores contratos.
NUEVA YORK – No debería sorprender a nadie que los preparativos para los Juegos Olímpicos de Invierno en Sochi, Rusia, hayan resultado inmensamente costosos y estén plagados de corrupción. Pero la magnitud del exceso, de todas maneras, es espeluznante. El costo de construir pistas de esquí, pistas de hielo, caminos, salones y estadios para deportes de invierno en un complejo subtropical del Mar Negro ha superado con creces los 50.000 millones de dólares. Los críticos dicen que la mitad de este dinero fue robado o se pagó en concepto de sobornos a los amigos del presidente Vladimir Putin, quienes suelen ser los que ganan los mejores contratos.