MADRID – En los 25 años que transcurrieron desde la publicación en 1990 del primer Informe sobre Desarrollo Humano, el mundo ha hecho progresos sorprendentes en cuanto a reducir la pobreza y mejorar la salud, la educación y las condiciones de vida de cientos de millones de personas. Y, sin embargo, por más impresionantes que puedan ser estos beneficios, no se han distribuido equitativamente. Tanto entre países como en su interior, siguen existiendo profundas disparidades en el desarrollo humano.
MADRID – En los 25 años que transcurrieron desde la publicación en 1990 del primer Informe sobre Desarrollo Humano, el mundo ha hecho progresos sorprendentes en cuanto a reducir la pobreza y mejorar la salud, la educación y las condiciones de vida de cientos de millones de personas. Y, sin embargo, por más impresionantes que puedan ser estos beneficios, no se han distribuido equitativamente. Tanto entre países como en su interior, siguen existiendo profundas disparidades en el desarrollo humano.