MILÁN – Alguna vez las empresas emergentes y de rápido crecimiento fueron dominio exclusivo de Silicon Valley y Seattle, pero ya no es así. Estados Unidos cuenta actualmente con varios focos de innovación, entre ellos, Austin, Miami, la Ciudad de Nueva York y Washington D. C. En los últimos años también surgieron nodos similares en Europa, entre los que se cuentan Ámsterdam, Berlín, Helsinki, Londres, París y Estocolmo. Pero este fenómeno ya no se limita a las economías avanzadas de Occidente. De hecho, la cultura de las empresas emergentes se volvió global.
MILÁN – Alguna vez las empresas emergentes y de rápido crecimiento fueron dominio exclusivo de Silicon Valley y Seattle, pero ya no es así. Estados Unidos cuenta actualmente con varios focos de innovación, entre ellos, Austin, Miami, la Ciudad de Nueva York y Washington D. C. En los últimos años también surgieron nodos similares en Europa, entre los que se cuentan Ámsterdam, Berlín, Helsinki, Londres, París y Estocolmo. Pero este fenómeno ya no se limita a las economías avanzadas de Occidente. De hecho, la cultura de las empresas emergentes se volvió global.