NUEVA YORK – En tanto el descontento público obliga a un reacomodamiento político en la mayoría de las economías desarrolladas, el contrato social que une a mercados, estados y ciudadanos se está reinventando. Por cierto, la furia y la alienación de hoy presentan una oportunidad para resolver las grietas en los cimientos económicos de nuestras sociedades, empezando por Estados Unidos.
NUEVA YORK – En tanto el descontento público obliga a un reacomodamiento político en la mayoría de las economías desarrolladas, el contrato social que une a mercados, estados y ciudadanos se está reinventando. Por cierto, la furia y la alienación de hoy presentan una oportunidad para resolver las grietas en los cimientos económicos de nuestras sociedades, empezando por Estados Unidos.