BERKELEY – Ya adentrados tres años en la crisis financiera, uno podría pensar que el mundo podría dejar atrás las analogías con la Gran Depresión. Pero están de vuelta, y con más fuerza que nunca. Ahora el temor es que la guerra cambiaria, que derive en aranceles y represalias, pueda causar alteraciones en el sistema de comercio internacional tan serias como las de los años 1930.
BERKELEY – Ya adentrados tres años en la crisis financiera, uno podría pensar que el mundo podría dejar atrás las analogías con la Gran Depresión. Pero están de vuelta, y con más fuerza que nunca. Ahora el temor es que la guerra cambiaria, que derive en aranceles y represalias, pueda causar alteraciones en el sistema de comercio internacional tan serias como las de los años 1930.