BEIRUT – Hoy todos los síntomas de la conmoción de Medio Oriente son visibles en el Líbano. Los nuevos refugiados llegados de Siria e Irak se suman a los viejos refugiados palestinos. El país lleva dos años sin presidente, mientras una lucha de facciones políticas rivales (reflejo de la creciente enemistad entre sus valedores iraníes y sauditas) debilita la gobernanza local. La corrupción política es rampante. Algunos días la basura queda en las calles sin que nadie la recoja.
BEIRUT – Hoy todos los síntomas de la conmoción de Medio Oriente son visibles en el Líbano. Los nuevos refugiados llegados de Siria e Irak se suman a los viejos refugiados palestinos. El país lleva dos años sin presidente, mientras una lucha de facciones políticas rivales (reflejo de la creciente enemistad entre sus valedores iraníes y sauditas) debilita la gobernanza local. La corrupción política es rampante. Algunos días la basura queda en las calles sin que nadie la recoja.