LONDRES – La recesión económica ha producido una explosión de irritación popular contra la “avaricia” de los banqueros y sus primas “obscenas”, que ha ido acompañada de la crítica más amplia al “desarrollismo”: la persecución del desarrollo económico o la acumulación de riqueza a toda costa, independientemente del daño que pueda causar al medio ambiente de la Tierra o a valores compartidos.
LONDRES – La recesión económica ha producido una explosión de irritación popular contra la “avaricia” de los banqueros y sus primas “obscenas”, que ha ido acompañada de la crítica más amplia al “desarrollismo”: la persecución del desarrollo económico o la acumulación de riqueza a toda costa, independientemente del daño que pueda causar al medio ambiente de la Tierra o a valores compartidos.