BRUSELAS/VALLETTA – A lo largo de los últimos meses, los precios del gas y la electricidad en Europa aumentaron casi un 100 %, llegando a niveles sin precedentes, luego cayeron un tercio y en la actualidad se han disparado nuevamente desde que Rusia anunció que el funcionamiento de Nord Stream 1, su gasoducto a Alemania, quedaría suspendido por tiempo indefinido. Muchos líderes europeos han reaccionado a las oscilaciones bruscas en las bolsas europeas dedicadas al sector energético culpando por ello a los mercados. Sin embargo, culpar por las noticias a quienes simplemente las comunican nunca ha sido un abordaje correcto.
BRUSELAS/VALLETTA – A lo largo de los últimos meses, los precios del gas y la electricidad en Europa aumentaron casi un 100 %, llegando a niveles sin precedentes, luego cayeron un tercio y en la actualidad se han disparado nuevamente desde que Rusia anunció que el funcionamiento de Nord Stream 1, su gasoducto a Alemania, quedaría suspendido por tiempo indefinido. Muchos líderes europeos han reaccionado a las oscilaciones bruscas en las bolsas europeas dedicadas al sector energético culpando por ello a los mercados. Sin embargo, culpar por las noticias a quienes simplemente las comunican nunca ha sido un abordaje correcto.