NEWARK/BARCELONA - Los efectos del descenso de la natalidad y del aumento de la esperanza de vida son cada vez más evidentes en economías avanzadas como Alemania, Italia y Japón. Los mercados de trabajo se ajustan, la escasez de mano de obra se agrava y a las familias les cuesta encontrar quien cuide a sus padres en la vejez. En algunas zonas, la caída del número de alumnos obliga a las escuelas a cerrar.
NEWARK/BARCELONA - Los efectos del descenso de la natalidad y del aumento de la esperanza de vida son cada vez más evidentes en economías avanzadas como Alemania, Italia y Japón. Los mercados de trabajo se ajustan, la escasez de mano de obra se agrava y a las familias les cuesta encontrar quien cuide a sus padres en la vejez. En algunas zonas, la caída del número de alumnos obliga a las escuelas a cerrar.