HONG KONG – Las masivas manifestaciones públicas organizadas por estudiantes y miembros jóvenes de la clase media que han sacudido a Hong Kong en las últimas semanas son, ostensiblemente, reclamos de democracia. Pero, en realidad, reflejan la frustración de una población que ha sido gobernada de manera ineficiente por una sucesión de líderes escogidos por el gobierno central de China más por su lealtad que por su competencia.
HONG KONG – Las masivas manifestaciones públicas organizadas por estudiantes y miembros jóvenes de la clase media que han sacudido a Hong Kong en las últimas semanas son, ostensiblemente, reclamos de democracia. Pero, en realidad, reflejan la frustración de una población que ha sido gobernada de manera ineficiente por una sucesión de líderes escogidos por el gobierno central de China más por su lealtad que por su competencia.