LONDRES–No es del todo cierto que los ojos del mundo entero están puestos en Hong Kong. Lo estarían, desde luego, si se permitiera a la población de la China continental conocer lo que está pasando en la ciudad de mayor éxito de su país, pero el Gobierno de China ha intentado impedir que todas las noticias sobre las manifestaciones pro democracia de Hong Kong lleguen al resto del país, lo que no constituye precisamente una señal de confianza por parte de los gobernantes de China en su sistema de gobierno autoritario.
LONDRES–No es del todo cierto que los ojos del mundo entero están puestos en Hong Kong. Lo estarían, desde luego, si se permitiera a la población de la China continental conocer lo que está pasando en la ciudad de mayor éxito de su país, pero el Gobierno de China ha intentado impedir que todas las noticias sobre las manifestaciones pro democracia de Hong Kong lleguen al resto del país, lo que no constituye precisamente una señal de confianza por parte de los gobernantes de China en su sistema de gobierno autoritario.