CIUDAD DE MÉXICO – En Honduras, las elecciones robadas seguidas de acusaciones de fraude, manifestaciones callejeras y represión militar son moneda corriente. De modo que no fue precisamente una sorpresa que la elección presidencial de fines de noviembre, empañada por numerosas irregularidades en el recuento de votos, haya derivado en las tres cosas. Ahora bien, las consecuencias probablemente resuenen en toda América Latina.
CIUDAD DE MÉXICO – En Honduras, las elecciones robadas seguidas de acusaciones de fraude, manifestaciones callejeras y represión militar son moneda corriente. De modo que no fue precisamente una sorpresa que la elección presidencial de fines de noviembre, empañada por numerosas irregularidades en el recuento de votos, haya derivado en las tres cosas. Ahora bien, las consecuencias probablemente resuenen en toda América Latina.