PARÍS – Fue en Boston, en julio de 2004. El lugar era un restaurante en el centro, al que la editora Tina Brown había invitado a Hillary Clinton y a un puñado de notables, incluidos el director de cine Michael Moore, Caroline Kennedy y el ex senador George McGovern. Lo que primero asombraba era el aspecto juvenil de Clinton, una risa alegre y unos ojos azules que parecían un poco demasiado redondos cuando nos miraba con curiosidad.
PARÍS – Fue en Boston, en julio de 2004. El lugar era un restaurante en el centro, al que la editora Tina Brown había invitado a Hillary Clinton y a un puñado de notables, incluidos el director de cine Michael Moore, Caroline Kennedy y el ex senador George McGovern. Lo que primero asombraba era el aspecto juvenil de Clinton, una risa alegre y unos ojos azules que parecían un poco demasiado redondos cuando nos miraba con curiosidad.