A mediados de julio los excelentísimos ministros de finanzas de la Unión Monetaria Europea (UME) se reunieron para evaluar el estado económico de la eurozona. Cavilaron acerca del pronóstico económico más reciente, que proyecta este año para la eurozona un crecimiento del PGB de un patéticamente anémico 0.7%. Entonces, ministro tras ministro y sin excepción, todos decidieron que sus economías debían sufrir más de lo mismo, si no peor.
A mediados de julio los excelentísimos ministros de finanzas de la Unión Monetaria Europea (UME) se reunieron para evaluar el estado económico de la eurozona. Cavilaron acerca del pronóstico económico más reciente, que proyecta este año para la eurozona un crecimiento del PGB de un patéticamente anémico 0.7%. Entonces, ministro tras ministro y sin excepción, todos decidieron que sus economías debían sufrir más de lo mismo, si no peor.