LONDRES – La insatisfacción con el PIB está en aumento. Muchos economistas, autoridades de gobierno y otros críticos cuestionan la capacidad de este índice básico de medición del éxito social y gubernamental para reconocer las mejoras de bienestar derivadas de los avances tecnológicos, dar cuenta de la degradación ambiental o reflejar la creciente desigualdad. Son quejas que no harán más que crecer, a medida que los avances en los ámbitos de la inteligencia artificial y la robótica reduzcan de manera considerable la oferta de empleo, al tiempo que impulsen el PIB, en un proceso que probablemente se vea acelerado por la actual pandemia.
LONDRES – La insatisfacción con el PIB está en aumento. Muchos economistas, autoridades de gobierno y otros críticos cuestionan la capacidad de este índice básico de medición del éxito social y gubernamental para reconocer las mejoras de bienestar derivadas de los avances tecnológicos, dar cuenta de la degradación ambiental o reflejar la creciente desigualdad. Son quejas que no harán más que crecer, a medida que los avances en los ámbitos de la inteligencia artificial y la robótica reduzcan de manera considerable la oferta de empleo, al tiempo que impulsen el PIB, en un proceso que probablemente se vea acelerado por la actual pandemia.