LONDRES – A pesar de los múltiples avances tecnológicos en la lucha para controlar el COVID-19, en 2021 murió el doble de gente como consecuencia del virus que en 2020. La variante ómicron es un triste recordatorio de que las vacunas efectivas son apenas el primer paso para derrotar a la pandemia. Hasta que no establezcamos un proceso para fabricar vacunas en escala y distribuirlas donde sean necesarias, no tendremos la capacidad colectiva para frenar esta pandemia o alguna otra futura.
LONDRES – A pesar de los múltiples avances tecnológicos en la lucha para controlar el COVID-19, en 2021 murió el doble de gente como consecuencia del virus que en 2020. La variante ómicron es un triste recordatorio de que las vacunas efectivas son apenas el primer paso para derrotar a la pandemia. Hasta que no establezcamos un proceso para fabricar vacunas en escala y distribuirlas donde sean necesarias, no tendremos la capacidad colectiva para frenar esta pandemia o alguna otra futura.