PARÍS – Existe una creciente posibilidad de que la crisis del COVID-19 marque el fin del modelo de crecimiento nacido hace cuatro décadas con la revolución Reagan-Thatcher, el abrazo del capitalismo por parte de China y la caída de la Unión Soviética. La pandemia ha resaltado la vulnerabilidad de las sociedades humanas y ha fortificado el respaldo de una acción climática urgente. Asimismo, ha fortalecido el poder de los gobiernos, ha erosionado el respaldo ya inestable de la globalización y ha originado una revaloración del valor social de las tareas rutinarias. El modelo de gobierno pequeño y mercado libre de repente parece terriblemente demodé.
PARÍS – Existe una creciente posibilidad de que la crisis del COVID-19 marque el fin del modelo de crecimiento nacido hace cuatro décadas con la revolución Reagan-Thatcher, el abrazo del capitalismo por parte de China y la caída de la Unión Soviética. La pandemia ha resaltado la vulnerabilidad de las sociedades humanas y ha fortificado el respaldo de una acción climática urgente. Asimismo, ha fortalecido el poder de los gobiernos, ha erosionado el respaldo ya inestable de la globalización y ha originado una revaloración del valor social de las tareas rutinarias. El modelo de gobierno pequeño y mercado libre de repente parece terriblemente demodé.