LONDRES – El año 2008 durante un debate sobre la crisis financiera mundial en la Escuela de Economía y Ciencia Política de Londres la reina Isabel II memorablemente puso por los suelos a una sala llena de pesos pesados de las finanzas con una pregunta: “¿Por qué nadie vio que esto venir?” Esa pregunta ha obsesionado a los economistas desde aquel momento, a medida que paulatinamente se ha asentado el reconocimiento de que durante la supuesta “época de oro” que precedió a la crisis, dichos economistas estuvieron ciegos, no solamente a las posibles consecuencias de un fracaso, sino que también al verdadero costo del “éxito”.
LONDRES – El año 2008 durante un debate sobre la crisis financiera mundial en la Escuela de Economía y Ciencia Política de Londres la reina Isabel II memorablemente puso por los suelos a una sala llena de pesos pesados de las finanzas con una pregunta: “¿Por qué nadie vio que esto venir?” Esa pregunta ha obsesionado a los economistas desde aquel momento, a medida que paulatinamente se ha asentado el reconocimiento de que durante la supuesta “época de oro” que precedió a la crisis, dichos economistas estuvieron ciegos, no solamente a las posibles consecuencias de un fracaso, sino que también al verdadero costo del “éxito”.