NUEVA YORK – No hace tanto (unos pocos años, aunque hoy parezca increíble) Europa aparentaba ser la parte del mundo más similar al idílico fin de la historia descrito por Francis Fukuyama al final de la Guerra Fría. La democracia, la prosperidad y la paz parecían estar firmemente arraigadas.
NUEVA YORK – No hace tanto (unos pocos años, aunque hoy parezca increíble) Europa aparentaba ser la parte del mundo más similar al idílico fin de la historia descrito por Francis Fukuyama al final de la Guerra Fría. La democracia, la prosperidad y la paz parecían estar firmemente arraigadas.