ATENAS – El país de la eurozona que llegó a ser sinónimo de insolvencia hoy es para algunos un tesoro. Los inversores que hace unos años compraron activos griegos pueden festejar unos rendimientos que ningún otro mercado podía ofrecer. Pero como siempre, cuando una oportunidad parece demasiado buena para ser real, es probable que no lo sea. Y esta puede ser presagio de la próxima fase de la crisis global.
ATENAS – El país de la eurozona que llegó a ser sinónimo de insolvencia hoy es para algunos un tesoro. Los inversores que hace unos años compraron activos griegos pueden festejar unos rendimientos que ningún otro mercado podía ofrecer. Pero como siempre, cuando una oportunidad parece demasiado buena para ser real, es probable que no lo sea. Y esta puede ser presagio de la próxima fase de la crisis global.