PARIS – No hay duda de que los acuerdos alcanzados este mes acerca de la crisis griega y el programa nuclear iraní son logros importantes, pero se los ha tendido a comparar de manera hiperbólica, impidiendo un debate racional sobre sus implicancias para Europa, Oriente Próximo y sus perspectivas para la diplomacia internacional.
PARIS – No hay duda de que los acuerdos alcanzados este mes acerca de la crisis griega y el programa nuclear iraní son logros importantes, pero se los ha tendido a comparar de manera hiperbólica, impidiendo un debate racional sobre sus implicancias para Europa, Oriente Próximo y sus perspectivas para la diplomacia internacional.